Tribuna Benemérita organiza en Lillo un acto de reconocimiento al padre Ignacio María Doñoro

Capellán castrense de Intxaurrondo en los años más duros de ETA y fundador de Hogar Nazaret

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El diario digital “Tribuna Benemérita” y la asociación que lo apadrina, “Fiel en el deber”, organizó en la tarde-noche del pasado domingo, 21 de abril, un acto de reconocimiento al padre Ignacio María Doñoro de los Ríos, fundador en Perú de “Hogar Nazaret” y que estuvo de capellán castrense en Intxaurrondo en los años más duros de ETA. El homenaje fue en la bella Iglesia de la población lillera de San Martín Obispo.

Tribuna Benemérita y su director, Antonio Mancera, entregó el Premio Solidaridad a Hogar Nazaret, por "dignificar la vida de los niños, abandonados, maltratados, secuestrados y explotados y dándoles un futuro y una familia" y la asociación “Fiel en el deber” nombró Socio de Honor a Ignacio María Doñoro de los Ríos por "concurrir en su persona los principios y valores que son esencia de la Guardia Civil, y por ser apoyo espiritual en los momentos más duros para los guardias civiles y sus familias, siendo un ejemplo y un referente para la sociedad", en palabras de su presidente, Antonio Mancera.

Al homenaje, asistieron, entre otros, la presidenta de la Asociación Nacional de Guardias Civiles “Marqués de las Amarillas”, Blanca Echazarreta Luna, que entregó al padre su máxima distinción, la Gran Cruz de Caballero de Santiago y el Premio a Hogar Nazaret que entregó su Vicepresidente Fernando Castro Fraga. También estuvo la Hermandad de Guardias Civiles Auxiliares, de la que su presidente, Fernando Sanandrés Sánchez y el secretario, Marco Sigano, junto al responsable de Comunicación, Antonio Sánchez, hicieron entrega a Ignacio María Doñoro de la Distinción de Honor y Diploma a Hogar Nazaret.

Por su parte, el secretario de RAGCE (Retirados Asociados de la Guardia Civil de España), Jesús Díaz, que le otorgó al padre un diploma de reconocimiento, y se sumaron al evento el delegado provincial de Toledo de AJPNE (Asociación de Jubilados de la Policía Nacional de España), Jesús Moreno. Además acompañaron en el acto Javier Correa Sureda, coordinador nacional de la Asociación “Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo”, y los concejales del Ayuntamiento de Lillo, Francisco Heras Tardío, Ana Gómez de las Heras y Gema Muñoz Vélez.

Por último, el presidente de la Asociación "Fiel en el Deber", y director de Tribuna Benemérita, hizo entrega a todos los presentes de la "Bandera de Nuestros Héroes", una bandera de España que la asociación profesional del Cuerpo, APROGC, ha realizado como homenaje perpetuo a la memoria de los compañeros caídos en la lucha contra el terrorismo, y que recoge el nombre y apellidos, fecha y lugar de los más de 300 guardias civiles y familiares que fueron asesinados por ETA a lo largo de toda la historia, y en cuyo centro reza una frase del Capitán Cortés en la defensa del Santuario de la Cabeza "LA GUARDIA CIVIL MUERE PERO NO SE RINDE"; lo que supuso el broche de oro a un gran acto en homenaje a toda la Guardia Civil y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que dieron su vida en cumplimiento del deber.

El homenaje se realizó tras la celebración de la Santa Misa que estuvo presidida por el padre Ignacio María Doñoro de Los Ríos (capellán castrense en excedencia), y concelebrada por el padre de la Academia de Infantería de Toledo, Rubén Moreno Camuñas y el párroco de Lillo, JesúsTorresano Perea, y en la que el páter ofreció toda una homilía magistral de su ministerio ante una iglesia a rebosar de fieles.

Breves apuntes biográficos

Ignacio María Doñoro de los Ríos nació en Bilbao en 1964 y fue ordenado sacerdote en 1989. Siete años más tarde, decidió unirse como capellán a las Fuerzas Armadas, uniendo así su vocación religiosa con la de dar asistencia espiritual y anímica a quienes también entregan su vida y trabajo para servir a los demás, los militares. Y así empieza la historia del “Páter” Ignacio María.

Después de participar en misiones en el extranjero en Bosnia, Kosovo o El Salvador, en julio de 2001 es destinado a la Comandancia de la Guardia Civil de Intxaurrondo donde permaneció durante varios años, los más duros de la banda terrorista ETA.

Sin embargo, durante una de sus misiones a El Salvador ,su camino volvió a dar un giro. En su afán por salvar a un niño, arriesgó su vida para rescatarle: Tras hacerse pasar por traficante de órganos, lo compró por 25 dólares. A partir de ese instante supo que el rumbo de su destino en realidad lo estaba llevando por otro lado, junto a los más vulnerables, los más pobres entre los pobres.

Fundó una ONG para salvar niños en riesgo de extrema pobreza, abrió casas de rescate en Colombia, Tánger y Mozambique. Pero, fue en la selva peruana donde decidió dejarlo todo y con sus ahorros crear en 2011 el primer Hogar Nazaret.

La primera casa de “Hogar Nazaret” abrió en Madre de Dios (Perú), en medio de la selva amazónica, una región castigada por la minería ilegal, lo que provoca una situación social complicada y extrema, con un sistema familiar casi inexistente y en donde abundan los casos de niños desamparados. Esa misión, por tanto, que encabeza el páter Ignacio María Doñoro, no es otra que devolver a esos niños y niñas sus derechos arrebatados:

El derecho a la identidad: muchos no cuentan con documento de identidad, ni figuran en ningún tipo de registro.

El derecho a la vida y el desarrollo: la mayoría llegan en estado de desnutrición.

El derecho a una vida libre de violencia: un gran número ha recibido malos tratos en su entorno familiar.

El derecho a un sano desarrollo integral, tanto físico como psicológico.

El derecho a la intimidad, en especial el de las niñas y adolescentes.

Y desde entonces, el proyecto “Casas Nuestra Señora del Rocío” en Bellavista tiene como propósito atender de manera especial a casi 100 niñas y adolescentes, todas ellas con vivencias de especial vulnerabilidad por motivos de brechas en la educación. Normalmente han sido obligadas a dejar sus estudios para asumir responsabilidades domésticas, han sido expuestas a violencia y sometidas a la explotación sexual.

En el “Hogar Nazaret” han encontrado, así una vida nueva, un entorno seguro y la posibilidad de estudiar y formarse hasta llegar a la universidad.

En el homenaje de Lillo del pasado domingo, 21 de abril, todos los allí presentes pudieron ver el fruto de este trabajo con la presencia de de tres jóvenes (una chica y dos chicos) de ese “Hogar Nazaret” que acompañaron en su periplo por España al páter Ignacio María Doñoro.

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