14 de febrero de 2024. Miércoles de Ceniza, primer día de Cuaresma en el calendario litúrgico católico. Pretil de la Iglesia Santísima Trinidad. 20:30h. Encuentro con un vecino: «Pasas hambre y frío» … «Decidí venir aquí porque tenía una vida muy difícil». «No hay trabajo en mi país». «Gracias a una persona solidaria pude encontrar un medio para subsistir». «Para mi comunidad y mi familia, Alcázar de San Juan, es un ejemplo de solidaridad». (Andrei, uno de los 791 rumanos que están empadronados en Alcázar de San Juan).
Leemos cómo el agradecimiento está muy presente en El Quijote. En la escena en la que deja en libertad a los galeotes, que iban a las galeras, dice: «De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud».
Nos estamos acostumbrando a ver situaciones que, para muchos, se han convertido en normales: personas pidiendo por la calle, otras durmiendo en cajeros, comedores sociales cada vez más repletos, campañas de recogida de dinero, deterioro del medio ambiente… Un observador paseo por nuestro medio ambiente nos desvelará algunas de las desigualdades latentes en nuestro entorno. A simple vista, parecen afectarnos, pero pasado un corto espacio de tiempo, nuestra mente vuelve a sus problemas. Afortunadamente, la solidaridad existe. Es una de las mejores virtudes que tiene el ser humano. Pero a esta empatía necesitamos darle una continuidad.
LA SOLIDARIDAD constituye la realización más plena de la sociabilidad y la forma más satisfactoria de las relaciones humanas. Es sinónimo de humanidad, comprensión, filantropía, apoyo... En el Consejo Local de Cooperación al Desarrollo de Alcázar de San Juan, formado por ONG y Grupos Políticos municipales, trabajan muy bien en esta dirección y son extraordinariamente sensibles a que, cada vez más, nos encontremos muy cerca de nuestras vidas a personas y causas que necesitan comprensión. Creen que la solidaridad es uno de los valores humanos fundamentales para un mundo mejor y se esfuerzan cada día para conseguirlo.
La solidaridad es un concepto que está presente en todas las culturas y sociedades, ya que es esencial para el bienestar y la armonía entre las personas. A través de su ejercicio se fortalecen los lazos sociales, se fomenta la cohesión y se promueve la convivencia pacífica.
La Semana Santa, en Alcázar de San Juan, tiene una larga tradición que se remonta a siglos atrás y está declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional, lo que demuestra la importancia y la calidad de esta celebración. Durante estos días la solidaridad se acrecienta y se convierte en un valor fundamental que se manifiesta de diversas formas. Es un momento propicio para reflexionar sobre su importancia y tratar de ayudar a los demás de manera desinteresada. La mayoría de los vecinos alcazareños son un ejemplo de solidaridad, de amor al prójimo su ayuda mutua sigue vigente y es una inspiración para muchos.
Los días venderos nos invitan a mirar más allá de nuestras propias necesidades y preocupaciones, a ponernos en el lugar del otro y a actuar con generosidad y empatía. Es un recordatorio de que, en medio de las tradiciones y celebraciones religiosas, lo más importante es el amor y la compasión hacia nuestros semejantes, la voluntad de construir un mundo mejor para todos.
La solidaridad no se limita a acciones concretas, sino que implica también un compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos de los más desfavorecidos. Es una llamada a estar al lado de los más vulnerables, a luchar por un mundo más justo y equitativo, a ser conscientes de que todos somos parte de una misma comunidad humana.
Es importante fomentar la solidaridad desde temprana edad, enseñando a las nuevas generaciones la importancia de ser empáticos y colaborativos con los demás. Es a través de ella que podemos superar las adversidades y construir una sociedad más justa y equitativa para todos. No sólo beneficia a quienes reciben ayuda, sino también a quienes la brindan, ya que promueve la felicidad y el bienestar emocional.
La Semana Santa y la solidaridad van de la mano, puesto que en estas fechas renovamos nuestro compromiso de ayudar a los demás y compartir con quienes más lo necesitan. Es una forma de expresar nuestra humanidad y contribuir al bienestar de todos.
Es pues tiempo propicio para compartir y tratar de ser un poco más solidarios, sin olvidar el resto del año, en el que cada día se presenta una ocasión para demostrar nuestro sentir.
