Comunicado de EQUO/Alcázar Vecinal en respuesta a las declaraciones de Ana Isabel Abengózar y Carmen Mínguez (PSOE)

La responsabilidad bien entendida...

Dando muestras de una obstinación digna de mejores causas, el PSOE de Alcázar de San Juan está haciendo desfilar por los medios de comunicación locales a lo mejor de su plantilla, en lo que parece ser un intento de azuzar la ira de la ciudadanía contra los partidos de la oposición, principalmente EQUO/Alcázar Vecinal, haciéndonos responsables de todos los males que puedan sobrevenir a la población por la carencia de unos presupuestos que, como bálsamo de Fierabrás, están listos para sanar todos nuestros males.

Las caras cambian, pero el discurso es el mismo, un conjunto de mentiras, medias verdades y delirios que no tienen más objeto que amparar la ineptitud de la alcaldesa y su incapacidad para admitir sus propios errores.

Dice la señora Abengózar “parece que están más preocupados de hablar del talante y de los defectos y virtudes de la alcaldesa, más preocupados de hacer daño a la imagen de Melchor y del Partido Socialista, que de los problemas de los vecinos y vecinas de Alcázar”.


No se preocupe, señora Abengózar, por nuestra preocupación, ese asunto no nos preocupa, ya se encarga la señora Alcaldesa de hacer daño a su propia imagen con su actuación en los plenos: sus insultos a la oposición, su comportamiento arbitrario, sus bromas y sus juegos de las sillas musicales la dejan en evidencia ante los vecinos y vecinas hasta un punto que ni su televisión local, ni el buen trabajo de sus asesores pueden maquillar.

Dice también la Sra. Abengózar: “No sé si realmente los Grupos Municipales echan en falta otra forma de gobernar que ha estado en Alcázar de San Juan, una forma de gobernar con mucho talante pero que vendía la empresa municipal de Aguas o que nos ponía a los antidisturbios en la plaza para cargar contra sus vecinos, o que una vez que sus vecinos se habían encerrado en el Ayuntamiento, en pleno invierno, les apagaba la calefacción”.

Si pretende la Sra. Abengózar asimilarnos a la política del PP, está en su derecho, pero no se olvide de algunos pequeños detalles: nunca hemos defendido el talante del PP, que no lo tiene; no podemos echar de menos esa forma de hacer política porque sigue estando presente, sigue siendo la misma, no ha cambiado a pesar del cambio de partido en el gobierno (como botón de muestra, le recuerdo que los actuales presupuestos se aprobaron con una ley del PP y que el reglamento que regula el funcionamiento de la corporación municipal lo aprobó el PP) y, sobre todo, no tenga la desfachatez de acusarnos de connivencia con quienes vendieron Aguas de Alcázar ni olvide que esas cargas y esos encierros a los que alude los sufrimos, entre otros muchos ciudadanos y ciudadanas, algunos y algunas de los que hoy estamos en EQUO/Alcázar Vecinal.

Sigue su discurso con un panegírico sobre el trabajo, el esfuerzo y otras grandes virtudes de los concejales de su partido en contraposición con las malvadas huestes de la oposición (sin hacer distinción, todos en el mismo saco), cuyo único objetivo parece ser impedir el avance de las fuerzas del bien que ellos representan, al precio que sea. Muy bien. Ahí ha estado acertada. ¿Verdad? Será por eso que los concejales y la concejala de EQUO entraron en el gobierno, asumieron las delegaciones que la Sra. Alcaldesa quiso darles y trabajaron, al menos, tanto como la Sra. Melchor, hasta que ella decidió expulsarlos del gobierno. Y será por eso que el grupo municipal de EQUO sigue trabajando desde la oposición y presenta en cada pleno el máximo de mociones y preguntas que el reglamento, sabiamente administrado por la alcaldesa, le permite.

La señora Mínguez construye un castillo de naipes sobre las virtudes de los presupuestos y la maldad de la oposición que no se sostiene, porque se basa en una MENTIRA (así, con mayúsculas).

Dice la señora Mínguez, “cualquier excusa es buena para bloquear los presupuestos”, ya que en 2016 fueron paralizados por no haber negociado la Relación de Puestos de Trabajo y ahora que está aprobada, se rechazan por otra razón.
Efectivamente, Sra. Mínguez, la no negociación de la RPT le sirvió a la alcaldesa para echarnos del equipo de gobierno y prorrogar los presupuestos del PP con una ley del PP, y una excusa tan nimia como un desajuste de unos 4000 euros le ha servido para no someter los presupuestos a la aprobación definitiva del pleno.

Porque más allá de su mentira mil veces repetida, de su absurda estrategia de sostenerla y no enmendarla, más allá de la soberbia de la señora alcaldesa, más allá de sus delirios está la terca realidad. Y esa realidad, señora Abéngozar, señora Mínguez, a día de hoy, nos dice

Que los presupuestos no se han sometido a la aprobación definitiva del pleno.

Que existe un plazo legal para presentación de alegaciones.

Que el pleno aceptó una de esas alegaciones.

Que la alegación supone un desequilibrio entre ingresos y gastos

En consecuencia, la señora alcaldesa, retiró los presupuestos

Que la solución no es ignorar el resultado de la votación que aceptó la alegación, sino hacer los ajustes necesarios para equilibrar ingresos y gastos y volverlos a someter al pleno.

Que esa decisión solo está en la mano de la alcaldesa.

Por lo tanto, si se nos permite opinar, desde el lado oscuro pensamos que lo mejor para Alcázar sería que asumiesen la situación, hiciesen el pequeño ajuste que se precisa y dedicasen sus energías a causas mejores que intentar agitar a la población. Ya les hemos sugerido en otras ocasiones que aprovechen el dinero previsto para el exconcejal de IU, que ya no forma parte del equipo de gobierno.

Resumiendo, si tan buenos son estos presupuestos que nos van a sacar de tantos males, si tan torpe es la oposición que no sabe entenderlo, o tal malvada que no quiere admitirlo, den ustedes muestra de esa responsabilidad política que tanto exigen, de esa grandeza de miras que se atribuyen, aconsejen a la señora alcaldesa que no se deje llevar por cual sea el sentimiento que la hace incapaz de ceder, que respete la ley y siga adelante con el procedimiento. Seguro que consigue un doble efecto, recuperar la imagen que tanto le preocupa y hacer un servicio a la ciudad que tanto ama, al dotarla de su tonificante presupuesto. ¿Acaso París no vale una misa? (laica, por supuesto).

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