Aguas de Alcázar llevó a cabo el pasado viernes una exitosa operación para reparar la tubería general de abastecimiento en la subida al depósito del cerro de San Isidro. Intervención que pasó desapercibida por la población en general, pues no hubo problemas de abastecimiento y fue realizada con gran esfuerzo y despliegue, tanto de medios como de personal.
Según fuentes de la empresa, el aviso se recibió el viernes, a las 23:45 horas, en el sistema de alarmas de Aguas de Alcázar, debido a la rotura en la tubería general de abastecimiento que sube desde la estación de rebombeo al depósito general de San Isidro, a la altura de la explanada, entre el camino Pindongo y el camino del Sepulcro de Alcázar.
Las mismas fuentes explican que de forma inmediata se procedió a parar las bombas y a movilizar al personal y medios necesarios, desplazándose los operarios de Aguas de Alcázar, dotados con los equipos pertinentes, hasta el lugar, acordonando la zona y procediendo a realizar la excavación con dos máquinas excavadoras, para así poder ver, a la mayor brevedad, el motivo de la gran fuga de agua, así como los elementos a reparar.
Sobre las 1:00h de la madrugada, se pudo visualizar que se trataba del reventón de un tubo de fibrocemento existente, ya entre dos tramos de fundición procedentes de arreglos anteriores. Por lo que la reparación se centró en la sustitución del tubo dañado de 400mm de diámetro y 6 metros de longitud, por uno nuevo de fundición dúctil de las mismas dimensiones, conectado por sus extremos con sendas uniones ARPOL al resto de la canalización.
La actuación fue realizada según el procedimiento a seguir en estas situaciones de emergencia, sin más incidencias de relevancia, quedando restituido completamente el servicio sobre las 04:30h, cuando aún quedaba agua en el depósito de San Isidro para suministro de la población.
En total, estuvieron trabajando, durante las horas que duró la actuación, seis personas además de los dos maquinistas, con todos los medios necesarios para asegurar la continuidad del servicio a la población en todo momento, dado el contexto de dificultad y escaso margen de tiempo que había para solucionar la avería. Al final, objetivo cumplido: que la población no notara ningún problema en el abastecimiento.
