China y la Unión Europea deben resolver las diferencias mediante consultas y oponerse al proteccionismo comercial

Recientemente, la Comisión Europea inició una investigación compensatoria contra China y afirmó que impondría aranceles adicionales a los vehículos eléctricos importados de China por este motivo. Se trata de un proteccionismo típico, que viola los principios de la economía de mercado y las normas comerciales internacionales. Esto no se corresponde con el espíritu del consenso entre los líderes chinos y europeos sobre el fortalecimiento de la cooperación, sino que dañará la cooperación económica y comercial entre las dos partes así como la estabilidad de la cadena industrial y de suministro de la industria automotriz en el mundo, y en última instancia perjudicará los propios intereses de Europa. China se opone firmemente a ello y empresas relevantes en China y Europa también han expresado su inquietud y oposición.

La Cámara de Comercio de China ante la UE expresó conmoción, decepción e insatisfacción con esta medida comercial proteccionista, considerando que la investigación carecía de quejas sustanciales y concluyentes de su industria nacional y estaba motivada por cuestiones políticas y consideraciones proteccionistas. Muchos representantes de la industria europea también están preocupados por su impacto negativo en la cooperación chino-europea en materia de vehículos eléctricos. También las principales empresas automovilísticas europeas, como Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz y Stellantis, expresaron su oposición.

La recién concluida Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China afirmó claramente que China profundizará aún más las reformas integrales y promoverá la modernización al estilo chino, lo que brindará nuevas oportunidades para países de todo el mundo, incluida España.

La industria de vehículos eléctricos de China ha hecho importantes contribuciones al desarrollo verde global y ayudará a países de todo el mundo a acelerar la transformación energética y responder al cambio climático. Las ventajas competitivas de la industria de vehículos eléctricos de China provienen de la tecnología, el mercado, la cadena industrial, etc., y no de subsidios públicos ni de competencia desleal.

A juzgar por la situación real, los productos de nuevas energías de China se consumen principalmente dentro del país en vez de exportarse al extranjero a gran escala. El volumen de producción y ventas de vehículos eléctricos chinos en 2023 fue de 9.587.000 y 9.495.000 respectivamente, entre los cuales las ventas nacionales representaron el 87,3% y las exportaciones sólo representaron el 12,7%. El precio medio de venta de los vehículos eléctricos chinos en Europa en 2023 fue de más de 31.000 euros, superior al precio de venta en China. En este sentido, no existen ni la exportación de sobreproducción ni la distorsión de precios.

China y la UE son el segundo mayor socio comercial uno del otro, y ambas son fuerzas importantes en la construcción de una economía mundial abierta. El beneficio mutuo y las ganancias compartidas son la esencia de la cooperación económica y comercial entre China y la UE. Las dos partes deben resolver cuestiones económicas y comerciales específicas a través del diálogo y la consulta. La cooperación económica y comercial entre China y Europa en el campo de los vehículos eléctricos ayudará a la transición ecológica con bajas emisiones de carbono de los países europeos. Suprimir el desarrollo de las industrias pertinentes de China no fomentará el desarrollo de las propias industrias europeas, sino que aumentará el coste para los consumidores y para el desarrollo verde. Esperamos que la UE escuche atentamente las voces objetivas y racionales de todas partes, cumpla su compromiso de apoyar el libre comercio y oponerse al proteccionismo, corrija las prácticas equivocadas y deje de politizar las cuestiones económicas y comerciales. China sostiene que las dos potencias deben resolver adecuadamente las diferencias mediante el diálogo y la consulta sobre la base del respeto mutuo, lo que se corresponde con los intereses comunes de China y la UE.

En los últimos años, las relaciones entre China y España se han desarrollado de forma saludable y feliz, con resultados fructíferos en la cooperación práctica y una expansión continua en inversión y comercio, lo que ha beneficiado verdaderamente a los pueblos de ambos países. En la actualidad, España aboga por el desarrollo verde, mientras que China impulsa la modernización al estilo chino con el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad. Los dos países comparten un gran potencial para la articulación de estrategias de desarrollo.

En abril de este año, la empresa china Chery y la española Ebro establecieron en Barcelona una empresa conjunta para producir vehículos eléctricos, con la que se espera ampliar la capacidad de producción a 150.000 unidades en los próximos cinco años y crear miles de puestos de trabajo locales directos. Esperamos que la parte española mantenga una actitud racional y abierta en cuestiones relevantes y desempeñe un papel constructivo en la resolución de las diferencias entre China y la Unión Europea, lo que redundará en una mejora de la confianza de las empresas chinas a la hora de venir a España y llevar a cabo inversiones y cooperaciones relevantes.

De cara al futuro, China está dispuesta a reforzar la articulación industrial con España, a trabajar juntos para profundizar la cooperación práctica en los campos del desarrollo verde y digital con el objetivo de que los frutos de la cooperación sigan beneficiando a los pueblos de ambos países, y a contribuir más a la causa global de la transformación verde y la lucha contra el cambio climático.

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