¿Te apuntas a felicitar a ¨La Trini” por su Centenario? Muchos exalumnos ya lo hemos hecho. Es muy fácil. Escribe unas líneas de felicitación, cuenta algún recuerdo y envíalo con una fotografía a [email protected]. Solo te llevará unos minutos.
ANA M. CARRETERO HUERTAS (1966) y M. ROSA OLIVARES ABAD (1966)
Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Nos enorgullece formar parte de la Gran Familia Trinitaria y felicitamos a todas y cada una de las personas que a lo largo de estos 100 años la han hecho posible. Estaremos encantadas de poder conmemorar dicho Centenario junto a tantos y tantos ex alumnos que llevamos a "La Trini" como una parte muy importante en nuestras vidas.
Recuerdo el primer día de clase como si hubiese sido ayer. ¿En la parte izquierda, las chicas de las Trinitarias, en la derecha las de la SAFA, en el centro los chicos trinitarios y al final las chicas herencianas? nadie se atrevía a abrir la boca y, es curioso, como en muy pocos días, ya éramos todos de los Trinitarios, ya no había grupos de otros colegios. Nuestro curso hizo historia en el colegio de los Trinitarios. Fuimos el primer curso mixto de BUP, por lo que nosotras somos dos de las primeras chicas en entrar al cole. A lo que hay que sumar que también fuimos las primeras y únicas chicas en cursar tercero de BUP en una clase mixta de “tordos” (seminaristas) y nosotros, los “grillos y grillas”.
Es muy difícil resumir nuestro paso y nuestras vivencias en la Trini en pocas líneas, ya que pasamos tres años de los mejores de nuestra vida.
Mencionamos con cariño a nuestras Sor Raquel y Sor Araceli y por supuesto a los Padres Emiliano, Manuel Sendín, Jesús Calles, “Fidelón”, “Fidelín”, Ángel Luis, Serafín, Pascual, Domingo, Joselín, Nemesio y Fray José; así como a los profesores M. Nieves Molina, Bonifacio Lucas (Faci), Ezequiel Candelas y Vicente Paniagua.
No queremos olvidar a dos personas que también marcaron nuestro paso por el colegio y son el portero Sixto, del que nos escapábamos en el recreo para salir a comprar una torta de manteca al panadero que paraba en la calle Trinidad y el sacristán Sr, Antonio conocido por todos como “PIPI”, que cada día nos hacía un bocata para desayunar a dos o tres chicas que con cara de pena se lo suplicábamos, muy a pesar de los seminaristas que decían que ese día les tocaba a ellos el pan duro… A todos ellos los recordaremos siempre con mucho afecto.
Formamos lazos de amistad tan grandes que aún a día de hoy conservamos y alimentamos, tanto con ex seminaristas como con el resto de los compañeros, sin olvidar a uno de ellos, que llegó a ser director del colegio, el Padre Vicente Elipe.
Para finalizar, resalta que durante aquellos tres años aprendimos no solo las asignaturas propias del Bachillerato sino también los valores humanos que a día de hoy nos han formado como personas.
