CONCENTRACIÓN EN LAS PUERTAS DEL CENTRO PENITENCIARIO

Los trabajadores de la prisión de Alcázar exigen que se revisen las medidas de seguridad ante el asesinato de una cocinera en una cárcel de Tarragona

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El personal de la prisión de Alcázar de San Juan se ha concentrado esta mañana en las puertas del centro para exigir medidas de seguridad actualizadas en las cárceles españolas y mostrar su repulsa ante el asesinato de una trabajadora cocinera en el centro penitenciario Más d´Enric de Tarragona, a manos de un interno.

Tras un minuto de silencio, en declaraciones a la prensa, el director del centro, Fernando Puerta, ha calificado de "dramático y muy fuerte" el suceso registrado el miércoles en Tarragona y ha asegurado que en sus 40 años de trayectoria no había visto una agresión como esta (un interno que tenía el destino en cocina asestó varias puñaladas a la cocinera causándole la muerte, para después suicidarse).

Puerta, contestando a preguntas de los medios de comunicación, respecto a la situación del personal en la prisión alcazareña, ha asegurado que en esta cárcel no existen problemas de seguridad, aunque en alguna ocasión ha ocurrido alguna agresión puntual. Según los datos facilitados, actualmente trabajan en esta prisión 93 personas, para una población reclusa también de 93 internos (de los cuales, 27 son mayores de 85 años, pues esta cárcel cuenta especialmente con reclusos de avanzada edad).

AGRESIONES EN AUMENTO

Los delegados sindicales por su parte han querido trasladar, en primer lugar, el pésame a los familiares, amigos y compañeros de Nuria, la cocinera asesinada en la cárcel Más Dénric de Tarragona. Delfín Vicente, de CCOO, ha aprovechado para exigir medidas que redunden en la seguridad de los trabajadores. "Llevamos unos años viendo cómo las agresiones crecen en las cárceles de España, pero lo ocurrido este miércoles ha sido muy grave... Ha sido el último escalón, debajo del cual hay muchos hechos que se deben revisar y prevenir. Por eso pedimos a las Administraciones que trabajen para prevenir esas agresiones y que no vuelvan a ocurrir sucesos como este".

En cuanto a la cárcel de Alcázar, el delegado de CCOO ha asegurado que no se ha registrado últimamente ninguna agresión relevante, lo que no quiere decir que no hayan existido en ocasiones puntuales anteriores. Aún así, ha recordado que "siempre faltan personal y recursos", algo que incide directamente en la seguridad de los trabajadores.

Falta de personal que para los sindicatos es determinante (por ejemplo, la carencia de personal sanitario para tratar adecuadamente a los internos con enfermedad mental); como también lo es la necesidad de actualizar los protocolos (no se comprende que el interno de Tarragona hubiera sido readmitido en el destino de cocina y tuviera acceso a cuchillos y herramientas punzantes cuando la propia cocinera había hecho un informe desfavorable sobre el mismo hace algún tiempo).

El delegado de UGT-Acaip y enfermero, José Martínez, también ha pedido que se revisen los protocolos y procedimientos y se corrijan en la medida necesaria para evitar que sucesos como éste vuelvan a repetirse. "Hay que ver en qué se ha errado, por qué ese interno fue readmitido en cocina y tenía acceso a cuchillos", ha apuntado, reiterando que la seguridad de los funcionarios y trabajadores debe ser prioritaria.

Finalmente, Carlos Ortiz, representante del sindicato TAMPM, ha recordado que la falta de autoridad del personal de prisiones sigue siendo un problema importante para el colectivo, indefenso ante determinadas situaciones. Problema al que también se añade la falta de credibilidad ante los superiores de los centros.

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